Un artista llamado Didier Lorenço

Este verano  descubrimos la obra de Didier Lorenço y nos encantó. Fue un amor a primera vista. Por defecto profesional nuestra atención acude rápido hacia temas en los que las flores y la naturaleza son los protagonistas. Este fue el motivo inicial por el cual nos fijamos en la obra de este artista, sin embargo, enseguida nos dimos cuenta de la belleza y profundidad de lo que teníamos en frente de nuestros ojos, y sentimos la necesidad de saber y descubrir más sobre este artista.

Desde entonces que teníamos ganas de compartirlo con todos vosotros, y descubriros a este gran artista.

Quedamos prendados por sus mujeres, sus colores y el mundo al que nos transporta en cada lienzo.

Estamos seguros qué su obra te cautivará al igual que a nosotros, está llena de buen gusto, matices y ricas texturas, se nota que detrás de cada lienzo hay mucho oficio. Y es que a pesar de la juventud del artista, estamos delante de un pintor con muchas horas de vuelo. En sus obras destaca la riqueza de texturas y matices, sobriedad, una composición impecable y una paleta de colores única.

Sus cuadros de rostros femeninos y sensuales, simplemente se miran, se descubren y se disfrutan con sencillez, no es necesario hacer ninguna lectura para comprenderlos. Creo que esto es lo que nos fascinó desde el primer momento.

En 1995, Didier Lourenço se trasladó a su propio estudio, donde se dedicó a la pintura, sin dejar nunca de hacer litografías. En 2000, un prestigioso editor y distribuidor de carteles llevó su trabajo en todo el mundo. 

Esta presencia global despertó rápidamente el interés de las galerías, que presentaron su obra original. Su obra ha viajado por todo el mundo: Nueva York, Seattle, Los Ángeles, Hong Kong, Puerto Rico, Nueva Orleans, Nashville, Sudáfrica Las Vegas, Miami, Singapur, entre otros. 

Sobre Didier Lorenço

Una de las primeras sorpresas fue saber que se trataba de un artista catalán, y por cierto, muy joven, nacido en Premià de Mar en 1988. Con 19 años de edad comenzó a trabajar en el taller de litografía de su padre, donde aprendió el oficio de la litografía. 

Estamos delante de un maestro autodidacta. En 1988 Didier de un rincón del taller su lugar para pintar sobre lienzo y papel. Compartió su tiempo entre la pintura y la impresión de litografías para él y otros artistas profesionales. Sin duda, el taller resultó ser su mejor aula, un lugar donde el artista forjó su educación sobre el mundo de la pintura. Ese mismo año, realizó su primera exposición de su primera colección de litografías.

En 1991, ganó un prestigioso premio de jóvenes artistas que le ayudo a darse a conocer en  muchas galerías de toda España mostrando en varias exposiciones individuales y grupales

Si quieres conocerlo un poco más, esta es su página web:  http://www.didierlourenco.com/

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